Como sombras de ladrones, se tiñó la arena de traiciones.En medio de nada, surge una lombriz sin padres. La esperanza se retuerce antes de ser aplastada por el imperio de la saliva y el asfalto.
Ahora los caníbales del alma meriendan una tajada de luna bajo el llanto triste de las luciérnagas. Este lugar es para abrirse el pecho y la barriga, exponiendo lo que brota como pus o sangre , no importa. Lo que sale
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